viernes, 9 de noviembre de 2012


La palabra bioética es un neologismo acuñado en 1971 por Van Rensselaer Potter (en su libro Bioethics: bridge to the future), en el que este autor englobaba la "disciplina que combina el conocimiento biológico con el de los valores humanos". La prestigiosa Encyclopedia of Bioethics (coordinada por Warren Reich) define la bioética como "el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y del cuidado sanitario, en cuanto que tal conducta se examina a la luz de los valores y de los principios morales". En la actualidad abarca no sólo los aspectos tradicionales de la ética médica, sino que incluye la ética ambiental, con los debates sobre los derechos de las futuras generaciones, desarrollo sostenible, etc. (De hecho, el libro de Potter trataba las cuestiones éticas en relación al medio ambiente con perspectivas evolutivas, pero posteriormente el término bioética se ha usado sobre todo para referirse a la nueva ética médica y a la ética de los nuevos avances en biomedicina).
El objetivo de la bioética, tal como la "fundaron" el Hastings Center (1969) y el Instituto Kennedy (1972) era animar al debate y al diálogo interdisciplinar entre la medicina, la filosofía y la ética, y supuso una notable renovación de la ética médica tradicional.
En los años recientes, los avances en Genética y el desarrollo del Proyecto Genoma Humano, en conjunción con las tecnologías reproductivas, están ampliando aún más el campo de la Bioética, obligando a buscar respuestas a retos nuevos:
·         Cuestiones sobre reproducción humana asistida. Estatuto ético del embrión y del feto. ¿Existe un derecho individual a procrear?
·         Sondeos genéticos y sus posibles aplicaciones discriminatorias: derechos a la intimidad genética y a no saber predisposiciones a enfermedades incurables
·         Modificación genética de la línea germinal: ¿es moral "mejorar" la naturaleza humana?
·         Clonación y el concepto de singularidad individual; derechos a no ser producto del diseño de otros
·         Cuestiones derivadas de la mercantilización de la vida (p. ej., patentes biotecnológicas)
La bioética no sólo trata las cuestiones morales en el ámbito de la biomedicina, sino que además incluye:
·         cuestiones epistemológicas: modelos explicativos sobre la conducta humana (p.ej. debate entre el determinismo biológico y la influencia ambiental), metáforas y modelos sobre el papel de los genes, etc.
·         Cuestiones ontológicas (estatuto de lo humano al comienzo y al final de la vida; estado vegetativo persistente; relación entre la dotación genética y la identidad del individuo, etc.).
 
 
Los cuatro principios de la bioética
 
1)  Principio de no maleficencia
Este principio ya se formuló en la medicina hipocrática: Primum non nocere, es decir, ante todo, no hacer daño al paciente. Se trata de respetar la integridad física y psicológica de la vida humana. Es relevante ante el avance de la ciencia y la tecnología, porque muchas técnicas pueden acarrear daños o riesgos. En la evaluación del equilibrio entre daños-beneficios, se puede cometer la falacia de creer que ambas magnitudes son equivalentes o reducibles a análisis cuantitativo.
 
2)  Principio de beneficencia
Se trata de la obligación de hacer el bien. Es otro de los principios clásicos hipocráticos. El problema es que hasta hace poco, el médico podía imponer su propia manera de hacer el bien sin contar con el consentimiento del paciente (modelo paternalista de relación médico-paciente). Por lo tanto, actualmente este principio viene matizado por el respeto a la autonomía del paciente, a sus valores, cosmovisiones y deseos. No es lícito imponer a otro nuestra propia idea del bien.
 
3)   Principio de autonomía o de libertad de decisión
Se puede definir como la obligación de respetar los valores y opciones personales de cada individuo en aquellas decisiones básicas que le atañen vitalmente. Supone el derecho incluso a equivocarse a la hora de hacer uno mismo su propia elección
 
4)  Principio de justicia
Consiste en el reparto equitativo de cargas y beneficios en el ámbito del bienestar vital, evitando la discriminación en el acceso a los recursos sanitarios. Este principio impone límites al de autonomía, ya que pretende que la autonomía de cada individuo no atente a la vida, libertad y demás derechos básicos de las otras personas.
 
 
 
 Eutanasia en Colombia, aprobada en Senado en primer debate
 
 
 
 
De acuerdo con el periodico EL ESPECTADOR del dia 9 de octubre del 2012, el Senado de la República aprobó en primer debate el proyecto de ley que reglamenta la práctica de la eutanasia en Colombia.
Con una votación de diez a favor y cuatro en contra, la comisión primera del Senado dio vía libre a la iniciativa.
Aunque la eutanasia fue autorizada por la Corte Constitucional desde 1997, aún no hay una ley estatutaria que fije los parámetros para adelantar dicho proceso por los galenos del país.
El senador Armando Benedetti Villaneda, autor del proyecto, dijo que en Colombia “hay minorías que no tienen religión, que creen que si la vida ha dejado de ser digna pues pueden terminarla”.
“Una vida digna no es cuando alguien solamente respira sino que puede caminar y entenderse con los demás. La vida deja de ser digna cuando alguien tiene una enfermedad incurable, que tiene intenso dolor y científicamente no se va a salvar, esa persona puede determinar que la vida ha dejado de ser digna y pedir la eutanasia”, señaló.
Sobre el tema, Benedetti dejó claro que dentro de lo aprobado la eutanasia no podrá ser practicada a alguien que se encuentre en estado de coma.
En contra del proyecto, el senador Hernán Francisco Andrade consideró que la eutanasia es prácticamente un “homicidio”.
“Este proyecto desborda el principio natural y el derecho fundamental a la vida. La Corte Constitucional desbordó sus facultades al exhortar al Congreso a legislar en esta materia”, sostuvo.
                                  
Opinión personal:
Es un derecho, cualquier ciudadano puede pedir que lo asistan en su muerte cuando la enfermedad es terminal, cuando no pueda tomar decisiones por si mismo y cuando los médicos digan que el paciente no volverá a tener conciencia, en términos generales ese es el marco que pretende regular el congreso, siguiendo los lineamientos de la corte constitucional que, mediante sentencia, estableció este derecho.
Los godos y la Iglesia están del mismo lado, aduciendo que eso resulta ser un asesinato, olvidando de manera premeditada que nosotros somos dueños de nuestras vidas y que, si bien Dios nos la dio, una vez la tenemos, ejercemos el libre albedrío.
La muerte no puede ser nada distinto que un paso para llegar al lado del Señor, pues así lo creemos los cristianos, por lo que ayudarle a un ser querido a estar cerca de su Dios no es un asesinato, cuando esa persona está sufriendo.
El debate apenas comienza, es importante saber que Colombia es un Estado laico donde las personas tienen  derecho de tener sus propias creencias y ademas desprenderse de alguien que uno ama, para evitarle el sufrimiento, no puede ser nada distinto que una manifestación del más verdadero y puro amor.